Le regaló un poema y una flor de papel, así comenzaron.
Intercambiaron lindos versos para conocerse, se escribían el uno al otro magníficas odas laudatorias, pero estando frente a frente … silencio…
Versos, odas, epopeyas…
Ni siquiera el papel resiste la falta de coraje, así fue como terminaron.
Fin de la novela.
miércoles, 23 de junio de 2010
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