De Princesas a Brujas

De Princesas a Brujas

Kate Nash "Nicest Thing" Animation

EN MI CABEZA.

DE QUIEN ME DESPIDO, A QUIEN LE DIGO QUE YA NO MAS...
COMO PUEDO DESCARGAR MI IRA.
COMO PIDO UNA EXPLICACIÓN?
NI SIQUIERA PUEDO DECIR QUE ESTO SE ACABO.
BUENO QUE TANTO.
ESTO SE ACABO!
SE ACABO PARA MI.
IGUAL NO MAS LO SABE, LO HUELE...
Y SIGO SUPONIENDO ...
SUPONIENDO ENTRE LINEAS, CONSTRUYENDO UNA FABULA QUE CRECE EN MI CABEZA, SE ALIMENTA DE SUEÑOS.
EN REALIDAD O, MAS BIEN DICHO EN LA REALIDAD NO ES MAS QUE,  NADA, JA!
COMO NADA?
Y LO QUE TE ESCRIBÍA?
Y COMO TE MIRABA?
Y LAS CONVERZACIONES?
Y EL CAFÉ?
Y, Y, Y, ???
Y
NADA, QUIZÁS SI, ALGO SI... EL TIEMPO SE ENCARGARÁ DE DECÍRMELO, YO YA NO LE REGALO MAS TIEMPO, CORAZÓN, MAS NADA...
TAMPOCO LE REGALÓ MALDICIONES, NI DESDICHA...
PORQUE AUNQUE ME CUESTE RECONOCER... A NADIE SE LE OBLIGA A SOÑAR, NADIE ME DIJO ANDÁ E IMAGINÁ UNA HISTORIA CON EL...
SI PUDIERA DISPARAR UNA PISTOLA... A LA ÚNICA COSA QUE LE DISPARARÍA SERA A MI!
JA!
Y  SUS SUEÑOS, NO SE PARECÍAN TANTO A LOS TUYOS?
Y LAS CANCIONES NO ERAN LAS MISMAS QUE A TI TE GUSTABAN?
Y LOS CUENTOS NO ERAN TAN CONMOVEDORES?
Y LOS CUENTOS... ESO ERAN CUENTOS.
JA!
ARRIBA LOS CORAZONES, AQUÍ A NADIE LE JURARON AMOR ETERNO...

A M O R DE P A P E L

Le regaló un poema y una flor de papel, así comenzaron.
Intercambiaron lindos versos para conocerse, se escribían el uno al otro magníficas odas laudatorias, pero estando frente a frente … silencio…
Versos, odas, epopeyas…
Ni siquiera el papel resiste la falta de coraje, así fue como terminaron.

Fin de la novela.

Pausa.

La posibilidad de algo fatal estuvo cerca, rozándola, mirándola, cuidándole el sueño para que no pudiera oírla, para que no pudiera verla.

La posibilidad fatal, quería llevársela.

Las cosas que no fueron, se agradecen porque, por algo no fueron.

Se respetan.

Esa fue una de esas cosas que no fueron, menos mal. Tal cual, menos-mal, mal menor.

Se instalan las preguntas.

Suerte?

Que importa, si tuvo o no suerte.

Destino?

Entonces. Si hay algo para cada uno de nosotros?, quizás…

Ella entonces, gozo de suerte en su destino?

En algún lugar su suerte fue la mala suerte de otro?

No se sabe, tampoco es lo que importa.

Como un trueno siente la conciencia.

Pausa

Respira, y busca el silencio perdido, dentro de ella.

Pena

La juerga, la bulla, la velocidad,  se transformaba en un sable frente a sus ojos. Púnzate, culposo… frases dichas se topaban frente al sable, la atravesaban.

Oían a, no te rías tanto, después vas a estar llorando.

Todo esto, solo por la posibilidad de una fatalidad, de un algo que no fue, pero pudo haber sido.

Finalmente no fue.

Ella nunca querrá irse al lado oscuro y no oír.

Tampoco quiere oír pesimismos baratos, productos de una sociedad grisácea.

Solo quiere vivir, cada instante, cada color, amor, sabor, miradas, vinos, canciones, vivir

Pero vivir estando y no pasando.

Por andar pasando, la posibilidad de la fatalidad, le advirtió, que solo basta un descuido y se cierra el telón.

Pausa.

El intento

Parece que un día me perdí, no hice caso, ahora no sé cómo llegar a ese día, al día de antes de que me perdiera.

Existía una casa grande, recuerdo que había muchas ventanas y silencio. Una chimenea que nunca tuvo fuego, tenía frio.

Una pieza de techos altos, un pasillo que asustaba, un silencio que perdía.

Voy por la calle san diego, corriendo de mis días pasados, de mis días, debo pagar cuentas atrasadas, un abogado amenaza con quitarme todo lo que me compre.

Mi teléfono no ha parado de sonar, ningún llamado es para saludarme. Mientras tanto bajando las escaleras me hundo en el cemento, tratando de recordar el día en que me perdí.

Es tan injusta la vida pienso, como no me puedo acordar de otros días que fueron buenos, debe haber habido días buenos, como solo quiero encontrar el día ese, aquel maldito día en que… no se qué paso, solo sé que algo cambio después.

Hace frio, se ven las hojas naranjas colgando apenas de los arboles, va a llover, no ando con la ropa adecuada, salí muy rápido por la mañana.

Había un columpio, y también nísperos… alguien dice: quien llega más alto y vuela hasta tocar la punta del pino?.

Si perfecto, pero que hago si no puedo pagar ese monto total, haber dígame de cuanto es la cuota del próximo mes, perfecto una sola cuota.

Una sola cuota… me asalta el banco nuevamente, camino por el centro, un asalto frente a mis ojos, una cartera. ¿Que habrá tenido esa cartera? Además de algunos billetes arrugados, debe haber tenido fotos de niños, las fotos de sus nietos, ese infeliz se lleva una cartera de plástico, un par de billetes, y los recuerdos de una pobre señora, que camina por el centro.

Toco la punta del pino, saltó

El refrigerador está vacío, la cama desecha, que importa si nadie me ve…

Leche con plátano, piscina de plástico, primos, hermanos… jugamos a quien aguanta más debajo del agua.

Estoy bajo un chorro de agua caliente, haber si el shampoo y el calor remueven mis recuerdos. Nada

Pienso en la cocina si me hago un té o un café? Alguien me dijo que con un café me veía más interesante, interesante frente a la venta, cual spot publicitario, la casa sola, la ventana, la lluvia, la ciudad, Europa… no, solo Santiago.

Ráscame la cabeza hasta que me quede dormida, pero no me apagues la luz. Te vas a quedar aquí al lado aunque yo este durmiendo?

Toco la punta del pino, salto… me sumerjo bajo el agua duro más que todos… me tomo un vaso de leche, me duermo mirando lo alto del techo, tengo miedo, llamo a mi mamá de un grito, ella llega, me hace dormir, me rasca la cabeza, todo va a estar bien, no hay nada que tenerle miedo me dice, hay que tenerle miedo a los vivos no a los muertos.

Crecí me fui, estoy lejos del pino, del níspero, de mi…

El café se enfría, mi teléfono suena, no espero a nadie, no logro encontrar el día en que me perdí.

Un regalo.

En algún lugar está ahora un marido levantadose y pensando en otra, otra esposa, no la suya.

En algún lugar hay una esposa que no durmió en toda la noche, pensando en que su esposo está con otra, otra esposa, no ella.

En otro lugar, una mujer está feliz pensando en que faltan pocos días para ser esposa.

En oriente, un árabe compro su quinta esposa.

En España dos hombres se esposaron, gracias a la nueva ley.

En muchos lugares hay esposas que tiemblan de miedo.

En muchos otros, hay esposos agotados del mundo y de sus esposas.

En un registro civil, un hombre pide hora para esposarse y, otro pide hora para desposarse.

Frente a mi ventana, sentados en la banquita de la plaza, como todos los domingos, hay unos esposos que ya tienen sus pelos blancos. Salen a caminar, dan una vuelta que solo cesa si es que está lloviendo. Se sientan, el dormita un rato, ella mira el paisaje y, se le ve feliz.

En algún lugar hay muchas como yo,  mirando desde su ventana una imagen que conmueve y, por algunos segundos, les dice como a mi que, el amor existe.