domingo, 13 de junio de 2010

Pausa.

La posibilidad de algo fatal estuvo cerca, rozándola, mirándola, cuidándole el sueño para que no pudiera oírla, para que no pudiera verla.
La posibilidad fatal, quería llevársela.

Las cosas que no fueron, se agradecen porque, por algo no fueron.
Se respetan.

Esa fue una de esas cosas que no fueron, menos mal. Tal cual, menos-mal, mal menor.

Se instalan las preguntas.
Suerte?
Que importa, si tuvo o no suerte.
Destino?
Entonces. Si hay algo para cada uno de nosotros?, quizás…
Ella entonces, gozo de suerte en su destino?
En algún lugar su suerte fue la mala suerte de otro?
No se sabe, tampoco es lo que importa.

Como un trueno siente la conciencia.
Pausa
Respira, y busca el silencio perdido, dentro de ella.
Pena
La juerga, la bulla, la velocidad,  se transformaba en un sable frente a sus ojos. Púnzate, culposo… frases dichas se topaban frente al sable, la atravesaban.
Oían a, no te rías tanto, después vas a estar llorando.

Todo esto, solo por la posibilidad de una fatalidad, de un algo que no fue, pero pudo haber sido.
Finalmente no fue.
Ella nunca querrá irse al lado oscuro y no oír.
Tampoco quiere oír pesimismos baratos, productos de una sociedad grisácea.
Solo quiere vivir, cada instante, cada color, amor, sabor, miradas, vinos, canciones, vivir
Pero vivir estando y no pasando.
Por andar pasando, la posibilidad de la fatalidad, le advirtió, que solo basta un descuido y se cierra el telón.

Pausa.




No hay comentarios:

Publicar un comentario